Hasta que el Cuerpo Aguante

Hace unos meses, cuando AC/DC vinieron a tocar a Barcelona, leí un artículo en el Periódico sobre el fenómeno del retorno de las viejas bandas de rock duro y heavy metal. El reportaje reflexionaba sobre el heavy y la crisis económica, estableciendo una correlación entre ambos: en tiempos difíciles, la gente necesita escuchar una música que la llene de energía y la anime a superar unos problemas que los superan ampliamente. Según el Periódico, el mismo resurgir metalero pasó en los años ochenta durante la crisis de petróleo.

El reportaje me encantó, y de hecho hasta lo recorté y guardé: yo empecé a escuchar heavy metal al entrar en la uni. Siento que este estilo de música me ha ayudado a conseguir grandes cosas y las que aún están por conseguir (la mayoría...) también las lograré con un buen solo de guitarra de fondo. Recientemente llegó el momento de ponerse a correr las calles para mejorar la salud, y de nuevo no lo podría haber hecho sin un MP3 cargado de buen metal. Si el rock duro no se hubiera cruzado en mi vida, estos últimos 5 años podrían haber sido bastante diferentes.

Pero la semilla para que todo esto ocurriera se plantó dos años atrás, cuando aún andábamos en bachillerato. Uno no puede pasar de escuchar Chenoa y Modern Talking a Gamma Ray de la noche a la mañana. De repente un grupo de rock duro llamado Mägo de Oz se colaba en las "listas de €xito$" de los 40 Principales. Se les tachó de vendidos pero joder, si venderse así sirve para cambiar la vida de las personas, ojalá más grupos se vendieran más a menudo. El primer concierto serio al que fui fue de Mägo (creo que algún lector de este blog puede decir lo mismo, XD). Y ayer por fin, después de muchos años escuchando rock, de haber ido a muchísimos más conciertos, el círculo se cerró y pude volver a ver de nuevo a estos cabrones.

Y para los que crean que están acabados, no lo están. Tienen un directo mucho mejor que el que tenían hace 5 años. Ahora pasan de parafernalia, barcos pirata y disfraces, y se dedican simplemente a tocar, que es lo que realmente hacen bien. Y conectan mucho mejor con el público que antaño (nunca antes en un concierto el cantante había pedido al público que se sentara en el suelo). Hay que decir que tocaron todos los clásicos sin dejarse ninguno. Un saludo a Luke, Francesc y Sheila por ser en esta ocasión mis compañeros de bote y berreo. Y como ninguno de los vídeos que grabé yo vale la pena, y por Youtube tampoco he encontrado ninguno de ayer que tenga una calidad aceptable, os dejo con uno que ya tiene algunos años, pero que es ya un himno que abrió el camino a muchos otros:



Ayer no asistí a un concierto de Mägo, sino a un concierto de media banda sonora de mi vida reciente. Una vida que continuará "Hasta que el Cuerpo Aguante".